viernes, 15 de abril de 2016

Feng Shui

El Feng Shui, que significa "viento y agua", es una ciencia milenaria y que en su origen se aplicaba a orientar correctamente las tumbas de los antepasados. Actualmente, sin embargo, se utiliza para erigir una casa, con objeto de asegurar para todos sus moradores una felicidad y una prosperidad perdurables.

El objetivo del Feng Shui es proporcionarnos las herramientas necesarias para conseguir la salud y el bienestar de la casa. Dicho en otras palabras, hacer uso de todos los recursos a nuestro alcance para beneficiarnos.

El punto de partida del Feng Shui es que todo nuestro entorno exterior e interior, desde el paisaje más dinámico hasta el mueble y el objeto más pequeño de nuestro hogar, potencian nuestros anhelos o nos alejan de ellos.

Para poder aplicar sus principios, necesitamos conocer en profundidad las dos fuerzas que lo rigen todo, el yin y el yang, que dan vida a todas las formas existentes en el planeta y fuera de él.



Algunas de las escuelas de Feng Shui

Escuela Paisajística:

Se basa en la impresión que causa el entorno general, inmediato o interior de la casa. Este método requiere un alto nivel de intuición y un gran entrenamiento en la interpretación de las formas.

Escuela de la Forma:

Estudia y toma como punto de diagnóstico las formas terrestres que están en el paisaje. Según estos criterios, todas las formas terrestres yin se generan a partir de las energías celestes yang. Son los dos polos opuestos y complementarios de la misma energía. Estudiando meticulosamente cada forma no sólo en el paisaje, sino también en la arquitectura y el diseño interior, podemos determinar qué energía nos rodea.

La posición correcta 

Se ha podido demostrar que el espacio afecta a cada persona de forma diferente. La percepción del espacio tridimensional y multidimensional es relativa a cada persona, y aunque haya unas leyes que lo rigen y unas pautas para comprenderlo, esto no significa que para todo el mundo sea igual.

Para cada oficio o cargo existe un sitio adecuado para ubicar la vivienda del aspirante.



El Chi en el universo

Para los chinos energía y materia son lo mismo, es decir, chi es energía pura, aunque con el sistema Feng Shui podemos clasificarlas en energía visible y energía invisible.

El Chi encerrado

Cuando se construye una casa el chi queda encerrado en su interior, de manera que esta construcción, por sus formas, provoca una modificación del chi exterior. A partir de este momento se produce una alteración del fluir de la energía del lugar.
Por estas razones, desde la antigüedad se utiliza el Feng Shui para precisar y determinar qué tipo de energía conviene elegir y el lugar concreto para ubicar una vivienda, teniendo en cuenta que esta elección afectará el destino de sus moradores durante generaciones.
La estructura de las formas arquitectónicas tiene una repercusión directa a la hora de atraer la energía del lugar hacia el interior de la vivienda.

El chi positivo- negativo

El Feng Shui nos permite clasificar y concretar la energía, que se muestra de diferentes formas en el Universo. Los movimientos que ésta realiza son cíclicos y repetitivos. La energía nace, se alimenta, se acumula y se elimina.

La energía nace: Significa que, desde un lugar en el universo, la energía se está generando de forma constante. A esta energía se la llama "la energía de donde nacen todas las cosas", y se la asocia simbólicamente al Norte.

La energía se alimenta: Después del nacimiento, se produce el crecimiento y el desarrollo. Esto se realiza gracias a una energía específica del universo que lo alimenta todo. Está asociada con el Oriente.

La energía se acumula: Después del desarrollo, se produce una acumulación de energía de reserva o estancamiento. Este proceso tiene una doble cara: almacenar energía como reserva o estancamiento de energías patógenas, productora de enfermedades. Esta energía se asocia con el Occidente.

La energía se elimina: Después de todos los procesos anteriores, la energía se elimina. Este proceso también tiene una doble cara. Se elimina la energía residual, pero a veces, por alteración, se elimina la energía de reserva, produciendo un déficit de energía que se traduce en enfermedad. Está asociada al Sur.

La energía en el hogar


El fluir: el fluir de la energía sigue un patrón diseñado por el universo. Con un amplio conocimiento del sistema Feng Shui, podemos conocer en cierta medida este patrón, para modificar la energía de nuestro hogar. El primer paso es hacer un diagnóstico preciso de cómo nuestro hogar se ve afectado por este fluir. La puerta de entrada es el elemento más importante para llevar a cabo todos estos procesos. Las ocho orientaciones más el centro determinarán el tipo de energía que puede encarar la puerta de entrada.



El Bloqueo: los factores bloqueantes de chi son muy variados. En el exterior podemos hacer una lectura dependiendo de si nuestra casa se halla en una ciudad, una urbanización, en el bosque... En el interior, esta lectura se hará observando la distribución de espacios, las paredes que pueden obstaculizar, las escaleras, el exceso de muebles o la mala distribución de éstos.



El yin y el yang

Son los dos tipos de energía, que representan lo activo yang y lo pasivo yin.

El yang: representa el lado soleado de la montaña, es decir, el calor, la luz, la fuerza contractiva , lo que avanza.

El Ying: representa la sombra de la montaña, donde no toca el sol, el frío, la humedad, la oscuridad, la fuerza expansiva, lo que retrocede...




El hogar, la salud, las relaciones, la creatividad, el éxito, las emociones, la espiritualidad, el trabajo, y todo en el universo se rige por esos mismos principios. La clave consiste en utilizar correctamente estos principios para dar satisfacción a nuestras necesidades.


Cuando realmente vivas el momento -un estado de "conocimiento consciente"-, te darás cuenta de la cantidad de objetos que has almacenado a lo largo de los años: las revistas y periódicos apilados en los rincones, las capas de polvo que se han ido acumulando en las superficies de los muebles, debajo de las sillas y de las mesas. En breve, advertirás la suciedad de los armarios y vitrinas, la comida pasada en la nevera, los cuerpos de insectos muertos en las esquinas del techo y la suciedad que se acumula en las paredes, suelos y techos.
Y cuando sintonices interiormente con tus reacciones y actitudes espontáneas, también te volverás sumamente consciente de tus pensamientos negativos, tus prejuicios, la visión parcial que tienes sobre las relaciones de tu vida, la manera trasnochada en que respondes al hecho de vivir. Entonces te darás cuenta de que has alcanzado un terrible estado de aburrimientos, depresión y agotamiento.
La energía del yin ha tomado control de nuestras vidas y las domina. Nos estancamos y, si no hacemos algo, pronto nuestras vidas reflejarán lo estéril y rancio de nuestro deterioro.
¿Cómo se van apilando los trastos? ¿ Cómo se va acumulando la suciedad? ¿Por qué nuestras vidas se van llenando de porquería y saturando de energía negativa? ¿Por qué nos vemos atrapados en una rutina y permitimos que nuestra mente y actitudes se vayan cansando y aletargando?

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